Estamos hartos. El runrún, el robot el "pulsa 9 para hablar con un humano". Por supuesto que queremos hablar con un humano. Somos humanos y alzamos la voz.
La forma en que los clientes y las empresas hablan entre sí también debe ser humana. Conversaciones reales en las que se nos escuche de verdad. Llámalo empatía. Llámalo amabilidad. Llámalo cómo quieras, ya sabes de qué estamos hablando .
Lo llamamos movimiento, para revolucionar la forma de tratar a los clientes.
Esto es mucho más que "atención al cliente". Esto sí que es preocuparse 
sobre los clientes.
Porque, al fin y al cabo, todos somos clientes.Y cuando todos nos reunimos -para compartir y escuchar- hacemos que el mundo entero 
mucho más humano.
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